A medida que transcurre el tiempo, la venta de impresoras 3D aumenta cada vez más a la par que lo hace la cantidad de materiales de impresión demandados por el consumidor. La empresa holandesa Royal DSM ha visto como las ventas de su resina fotosensitiva para impresoras 3D se disparaban y por lo tanto se ha visto obligada a incrementar su producción.
DSM se dedica principalmente a la producción de sustancias químicas para los sectores alimentario y sanitario, y también materiales para la industria. Desde hace 20 años, y bajo la marca Somos, fabrica también materiales para la impresión 3D y ha visto como el sector crecía exponencialmente a lo largo de los últimos años.
Somos fabrica una gran variedad de resinas fotosensibles, que se emplean en impresoras 3D de tipo SLA como material final, Este tipo de impresoras, SLA o estereolitografía, funcionan aplicando un haz de luz ultravioleta a una resina líquida que se va solidificando capa por capa. De otro modo, un láser dibuja capa a capa la pieza haciendo que la resina se endurezca, hasta formar la pieza final. El mayor inconveniente de este método es que se desperdicia una cantidad de material determinada según soporte que sea necesario fabricar, pero a cambio se obtienen piezas de gran calidad.
Bastiaan van Wieringen, responsable en Somos de la planta de Hoek van Holland, ha destacado que el incremento en su producción incluirá equipamiento de fabricación y test de última generación. “Llevamos casi 30 años en la producción de resinas fotopolímeras de alta calidad y Somos va a seguir creciendo.”